9 mar 2015

EL DÍA DE LA MUJER EN LA LOGIA VICTORIANA


El pasado domingo 8 de marzo, con motivo de ser el Día de La Mujer, la Logia de Adopción Paz y Armonía N° 9, integrada por damas, celebró en su sede que es la misma de la sesquicentenaria Logia Victoria N° 9, una Tenida Blanca durante la cual se rindió merecido homenaje a la educadora victoriana Profesora Ivelisse del Carmen Manzano Buznego de Parodi al imponérsele la máxima condecoración que confiere esa corporación y en la cual estuvieron presentes distinguidas damas de la ciudad entre ellas, doña Bettys Muñoz Henríquez Rectora Magnífica de la Universidad Territorial de Aragua “Federico Brito Figueroa”, la doctora Milagros Borseguí, doña Carmen Luisa Ochoa, las hermanas Morales Díaz, doña Alejandrina Pérez Reazza en representación de las máximas autoridades masónicas, la Licenciada Danielle Andrea del Carmen Parodi Manzano, el doctor Iván Jiménez,  doña Teresa Mata de Pacheco, don Jesús Núñez Fuentes y señora, don Rubén Páez y su señora esposa Gisela de la Luz de Páez, don Aristóbulo Aponte y señora, así como los integrantes de ambas logias, acompañadas de sus honorables familias.
 

GISELA PASTORI DE NÚÑEZ,
ORADORA DE ORDEN

El Discurso de Orden estuvo a cargo de la Profesora Gisela Pastori de Núñez, educadora, escritora e historiadora victoriana, quien leyó un  documentado y emocionado estudio sobre la trayectoria de la mujer venezolana y victoriana en especial, con énfasis en su presencia y participación en la etapa precolombina tanto en su carácter de sostén de la unidad familiar como en su rol de luchadora por su propia emancipación y la de sus etnia. 

Sumó el aporte del elemento africano y posteriormente discurrió sobre la mujer criolla que va desde apoyo de sus maridos en la lucha por la independencia, hasta soldado en la hora de la batalla. Enfatizó la presencia de la primera heroína de nuestra lucha por emanciparnos, al referirse a una mujer del Pao de Zárate llamada Juana Antonia Díaz Padrón de Montilla, dueña de la hacienda “Santa Rosa”, madre de los hermanos Mariano y Tomás Montilla, la única heroína del 19 de abril de 1810, a quién el Capitán General Vicente Emparan en su relato de lo que sucedió, la menciona, como “dama muy activa en las conversaciones y arreglos que culminaron con su derrocamiento”. Dice que es cómplice de los revolucionarios y madre de dos de ellos, “osados y viciosos”. “Con su verbo y con su ejemplo animó a los jóvenes compañeros de sus hijos y participó activamente en los sucesos de 1810”. 

Fue la única mujer que intervino en nuestros acontecimientos aurorales y estaba tan clara en que los gobernantes deben oír al pueblo que en una oportunidad cuando pidió hablar con el Capitán General Domingo Monteverde para solicitar la libertad de sus hijos y éste se negó a recibirla, le dejó escrito un papel que decía: “si no escucha al pueblo ¿para qué quiere gobierno”?. Murió Doña Juana Antonia en el año terrible de 1814, mientras su hijo Mariano se cubría de gloria en la Batalla de La Victoria y su hijo Tomás servía como Secretario del Guerra del Libertador. Es célebre la frase con la que despide a sus dos hijos cuando deciden incorporarse a los sucesos de la independencia: “No hay que comparecer en mi presencia si no volvéis victoriosos”. 

Doña Juana Antonia es tenida como la única heroína civil del 19 de abril de 1810 y en consecuencia, primera heroína de nuestra independencia. Se refirió igualmente a la madre de los hermanos Muguerza, vecina de la plaza. Relató que según una vieja historia trasmitida de generación en generación, en medio de la batalla, muertos ya heroicamente los hermanos Muguerza, el general Ribas se acercó a la casa de la familia y dirigiéndose a la madre, le comunicó la infausta noticia en los siguientes términos: “Comadre, mala noticia para Usted y para la Patria; mataron a los muchachos”. Con estoicismo espartano, la madre victoriana le respondió: “General, la mala noticia es para mí; para la Patria no porque ahí está el otro”. Y dirigiéndose al hijo menor de apenas catorce años le dijo: “Váyase con su padrino y defienda el puesto de sus tres hermanos”. 


El discurso continuó con un recuento pormenorizado del aporte de la mujer a la vida nacional y regional en el magisterio, en el hogar, en la vida profesional y el promisor futuro a que está llamada la mujer en nuestro país y en el mundo cuando la justicia prevalezca sobre las injusticias.


ALICIA BLANK PRIMERA
MUJER GOBERNADORA

Terminada la Tenida Blanca, la reunión se prolongó hasta bien entrada la tarde. En “los pasos perdidos”, las conversaciones giraron sobre el mismo tema y hubo oportunidad de recordar que la primera mujer que ejerció el cargo de Gobernadora del Estado Aragua, fue la victoriana Profesora Alicia Blank de Montenegro, hija del industrial y político victoriano Carlos Blank Antich. Había nacido en La Victoria el primero de agosto de 1931 hija del conocido político e industrial  victoriano Carlos Blank Antich, hijo mayor de Misia Carmen Antich Lazo y de don Eduardo Eulogio Blank. Doña Alicia fue educadora toda su vida. Comenzó su abnegada profesión en la “Escuela Laureano Vallenilla Lanz” de Villa de Cura de donde pasó a otras instituciones educativas, hasta ser Fundadora del legendario “Liceo José Luís Ramos”  de Maracay, profesora del “Liceo Adolfo Ernst” (nocturno) y del  “Liceo Agustín Codazzi”. Casó con el Profesor Raúl Montenegro, conocidísimo educador y hombre público de Aragua, con quien procreó tres hijos llamados Karim Alicia,  Lizabeth del Carmen y Raúl Ramón, quienes le dieron siete nietos y seis bisnietos. 

Su magnífico desempeño como docente hizo que el doctor Ildegar Pérez Segnini, recordado gobernador modernizador de Maracay en los tiempos del Presidente Raúl Leoni, la designara Secretaria de Educación del Estado. Fue entonces cuando en 1968,  ante la necesidad de ausentarse del país, el gobernador Pérez Segnini decidió designarla Gobernadora Encargada del Estado Aragua, lo cual constituyó un gran paso de avance porque hasta entonces las mujeres no habían conquistado la preponderancia de que disfrutan hoy en día gracias a sus méritos. Tenía entonces 36 años. Al prestar juramento como gobernadora. Doña Alicia se convirtió en la Primera Mujer Gobernadora, cargo que muchos años después desempeñaría doña Estela Roca de Azuaje. 

Para los victorianos fue y sigue siendo motivo de legítimo orgullo el que nuestro estado, cuya capital fue durante muchos años  La Victoria “ciudad prócer y agraria teñida por las rojas tragedias del pasado” al decir de nuestro gran poeta Sergio Medina, haya sido gobernado por una mujer, la primera, perteneciente a una muy querida familia de nuestra ciudad, con lo cual se honró a la mujer venezolana y se enalteció el gentilicio victoriano.   

Del discurso de Gisela Pastori de Núñez salimos todos fortalecidos al comprobar que le ha tocado a nuestras mujeres abrir caminos; y de la lectura de su hoja de vida y de la de la profesora Manzano Parodi pudimos comprobar que nuestras mujeres han pasado partes importantes de sus vidas, preparándose para ser mejores profesionales cada vez, sin desatender las otras funciones que como madres, esposas y almas de nuestros hogares, les corresponden. ¡Gloria a nuestras Mujeres!

LA RECTORA, LA ORADORA Y LA HOMENAJEADA



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