28 dic 2014

ORIGEN DE LA CASA DE LA MUJER “JOSEFA PALACIOS DE RIBAS”


No quería que se fuera este año catorce del primer siglo del  milenio, sin rendirle homenajes, de recuerdo a una gran mujer y de reconocimiento a quienes hicieron posible que su  nombre, quedara perpetuado para siempre en el municipio del cual es epónimo su marido y en la ciudad que es el más encumbrado pedestal de su gloria. Este año catorce del siglo XXI, estuvo lleno de celebraciones y conmemoraciones para la Patria Grande y para la ciudad. Entre otras, se cumplieron dos siglos del Año Terrible, de la Batalla de La Victoria, de la elevación de nuestra antigua villa a la categoría de Ciudad por decreto del  Libertador ratificado por el Cabildo de Caracas, de las dos Batallas de San Matheo, de la muerte de Boves y de la pérdida de la Segunda  República que había nacido entre nosotros el año anterior.

Pero también en este año catorce del presente siglo, se cumplieron doscientos cincuenta años del nacimiento de Josefa Palacios Blanco y doscientos años de su muerte,  ya que ella vivió apenas cuarenta y nueve años (del 15 de mayo de 1774 al 18 de marzo de  1824).  Era  la hermana menor de doña Concepción, la madre del Libertador; apenas le llevaba nueve años a su ilustre sobrino y lo terminó de criar, razón por la cual él la llamaba “mi tía madrecita”. Doña Josefa Isidra tuvo fama de ser una de las mujeres más bellas de Caracas y no llegó a ser vieja porque murió antes de cumplir los cincuenta años. Cuando tenía 36, el día de los enamorados de 1811,  tuvo su único hijo llamado José Félix Valentín Ribas Palacios. Este año cumplió dos números redondos: 250 de su nacimiento y 200 de su fallecimiento, ambos en Caracas.

La idea de fundar una institución de servicio social que se ocupara de atender exclusivamente a las mujeres y a los niños, fue una de las proposiciones que formuló durante su campaña electoral el primer alcalde de La Victoria, y que contó con el apoyo de todos los organismos públicos y privados de la región. Después de haber hecho todos los estudios y cumplido con todas las exigencias que en ese entonces se requerían, mediante un decreto, se creó la institución. En el decreto de creación se enunciaron los objetivos a lograr, se estableció que todos los servicios que prestara serían absolutamente gratuitos, que estaría presidida por la esposa del alcalde, quien trabajaría “ad honorem” acompañada por un Comité de Damas todas voluntarias y que ninguna recibiría ningún tipo de remuneración. 

Uno de los primeros asuntos que se planteó fue ponerle nombre; todos estaban de acuerdo en llamarla Casa de la Mujer, pero era necesario ponerle un nombre que la enalteciera y al mismo tiempo honrara a la epónima. En la primera reunión, la primera presidenta que fue Gheissa Freites de Fleitas, propuso: que si iba a ser la “Casa de la Mujer” de Ribas (del municipio), lo lógico era ponerle el nombre “de la Mujer de Ribas” (del general). Así se aprobó y por decreto del 31 de enero de 1991 (176° aniversario del sacrificio del Prócer) se creó la “CASA DE LA MUJER JOSEFA PALACIOS DE RIBAS”.

El Comité de Damas quedó integrado por Mireya Pérez de Vicenzi, Guillermina de Ruiz, Ada Habercorn, Liselot Matute de Vera, Rosalba Raymond, Yasmina Castelaín, Deyanira Freites, Graciela “Chelo” Pérez, Estela Coello, Carmen Panepinto, Isaura de Peñaloza, Alicia Fernández, Nadia de Díaz, Francesca Panepinto,  Conchita de Argüelles y Blanca Reyes. 


EL PARROCO GUSTAVO GARCÍA
(HOY OBISPO DE GUARENAS) BENDICIENDO
LA “CASA DE LA MUJER”
Su primer Directorio estuvo dirigido por la presidenta Gheissa de Fleitas, Directora General la profesora Magaly Pocay de Babino y los siguientes Coordinadores de Áreas: de Crecimiento Personal la doctora Norma Cardier de Sigala; de Salud el doctor Humbert Urdaneta; de Educación las profesoras Gisela Pastori, Rosa de Rígoris, Celia Ríos de Reyes, Adolfo Brito y Julia Pérez Caballero; Jurídica: doctoras Rosalinda Colmenares, Georgina Martínez y su hija Carolina,  Milagros Ladera,  Reynaldo Paredes, Milton Ladera y Herlin Urdaneta; de Autogestión: la profesora Yudith Flores y el Ingeniero José Ríos; de Recreación Orlando Guevara y Orlando Palacios; de Apoyo a la mujer que trabaja fuera del hogar a la Fundación del Niño y de Relaciones Institucionales la Licenciada María José de Gutiérrez. Con este equipo echó a andar la institución. Atendían los médicos Elías Buyón, Sótera de Andrade, Jorge Álvarez, el doctor Ortega (hermano de Noire), la antropóloga Zulay Conde y el psicólogo Antonio Pérez Villegas. 

Otro asunto que hubo que resolver fue el lugar donde debía funcionar; buscar una sede apropiada y de fácil acceso. Ya para ese entonces habíamos comprado para el municipio, el “Teatro Ribas”, el “Nuevo Circo”, la “Casa del Abuelo”, La “Casa de la Cultura de El Consejo”, la “Casa de la Cultura de Zuata” y entre esas adquisiciones estuvo la “Casa de Camacho”, comprada para ampliar la “Casa de la Cultura de La Victoria” que estaba en pleno proceso de restauración; pero de esa fue que se antojaron. Como toda casa vieja del centro histórico de la ciudad, fue necesario emprender su rehabilitación, la cual encomendamos al “Viejo Pérez”, magnífico restaurador quien había trabajado en la “Casa Natal del Libertador” en Caracas, en el “Ingenio Bolívar” en San Matheo y había restaurado la “Casa de Mariño” aquí en La Victoria.  

LA CASA EN PROCESO DE RESTAURACIÓN
Esa fue la sede escogida, pero dejando claro que se trataba de una “sede provisional” porque su destino final sería la ampliación de la Casa de la Cultura (lo que por cierto aun no se ha hecho). Al mismo tiempo que “El Viejo Pérez” restauraba techos y paredes, un equipo dirigido por el Ingeniero Antonio Puma y la Arquitecto Ana Marco Herrera, construían en el corral de la casa, el más hermoso albergue para niños, atendido por personal especializado, con capacidad para noventa bebecitos, hijos de trabajadores del municipio y vecinos, quienes no pagaron jamás ni un centavo.

La Casa se inauguró el 15 de mayo de 1992, con la bendición del hoy Obispo Gustavo García Naranjo (entonces Cura Párroco) y un memorable concierto del cantante Jesús Sevillano, con  la presencia del gobernador del estado Carlos Tablante, la Ministra de la Mujer doctora Evangelina García Prince,  la señora Cristina de Vollmer presidenta de PROVIVE, la presidenta de la Fundación del Niño Margarita de Tablante, el alcalde de la ciudad,  su esposa y un público de más de mil personas.  

Un mes antes de inaugurarse la casa y abrir sus diferentes departamentos al público, se instaló PROVIVE, institución que donó un consultorio totalmente equipado de ginecología y obstetricia, a cuya presidenta invitamos a instalarse con nosotros, lo cual se hizo y fue de gran utilidad para la ciudad, por la cantidad de invalorables servicios que prestó a las madres y a los niños. Provive  no sólo se quedó con nosotros sino que años después abrió su “Programa Leopoldo” que fue pionero en el país en el modelo de servicios que prestaba. El Señor Galavís fue el Coordinador de  las relaciones entre Provive y la Casa de la Mujer por lo que la ciudad debe estarle altamente agradecida.

En esos mismos tiempos, la casa de la mujer creó la “Casa del Menor Trabajador” en el módulo del cementerio donde encontraron calor de hogar los niños que trabajaban en el vertedero de basura y se crearon los ocho primeros “Núcleos de Atención Primaria” (NAP) dirigidos por el doctor Julio César Useche, en La Curía, Maletero, la Quebrada, el 23 de Enero, La Mora, con el apoyo de las comunidades, los cuales después se extendieron por todo el estado Aragua y luego por todo el país con el nombre de “Barrio Adentro”. 

Al posesionarse el segundo alcalde Ismael Concepción García, asumió la presidencia de la “Casa de la Mujer” su esposa doña Haydee de García, con un nuevo equipo de trabajo.  Durante esta gestión se incrementaron y mejoraron algunos servicios y se creó un ente de carácter administrativo llamado “Fundación Casa de la Mujer” con la finalidad explícita de liberar a la Alcaldía de los gastos que ocasionaba la casa. Se originó una confusión involuntaria al creerse que los servicios los prestaba “La Fundación” que es un ente meramente administrativo y se comenzó a celebrar el aniversario “de la Fundación” con lo cual se le restaban unos cuantos años de historia a “La Casa” y se borraban los nombres de sus fundadoras. 

En realidad el pasado 31 de enero la Casa de la Mujer fundada en 1991 cumplió 23 años. Desde entonces, a casi ninguno de los actos organizados en la institución, han sido invitadas  las fundadoras y a su presidenta fundadora Gheissa Freites quien trabajó duro durante tres años, sin cobrar un centavo y que luego fundó y dirigió la Casa del Menor Trabajador, ni se le menciona cuando hacen actos para honrar a las mujeres útiles a la ciudad y ponerle condecoraciones; ni siquiera a los actos celebrados en la propia “Casa de la Mujer” que ella fundó. Toda esta demostración de “mala memoria”,  se hizo sin el conocimiento y sin el consentimiento del alcalde Ismael García, quien por el contrario, conocedor de los méritos y sus aportes a la ciudad, la honró confiriéndole e imponiéndole la “Orden Ciudad de La Victoria” en su Primera Clase por “haber fundado y dirigido la “Casa de la Mujer Josefa Palacios de Ribas” y la “Casa del Menor Trabajador del Municipio”. Eterna Gratitud.

Uno de los factores del éxito de la “Casa de la Mujer Josefa Palacios” en sus tiempos iniciales, además del excelente servicio que prestó, fue el apoyo de la prensa regional y local. Conservamos colecciones de fotografías y de notas de prensa que ofrecemos, para hacer una exposición sobre los orígenes de una de las instituciones más útiles que se han creado en nuestra ciudad.   

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