Si hoy
preguntáramos: ¿en cuál fecha nació Bolívar?, nos responderían inmediatamente y
sin dudas, que el 24 de julio de 1783. Pero eso es hoy en día. Si esa misma
pregunta la hubiéramos formulado durante el antepasado siglo XIX y en parte del
pasado siglo XX, en cualquiera de los países que libertó su espada y aún más,
en su ciudad natal, nadie habría dudado en respondernos que El Libertador nació
“tal día como hoy”, el 28 de octubre.
El propio héroe, sus familiares, sus amigos, sus oficiales y sobre todo los pueblos, declararon el 28 de octubre, día de júbilo por ser el día en que nació el Padre de la Patria. Probablemente, el mismo Bolívar murió sin saber a ciencia cierta, que había nacido el 24 de julio. Durante toda su vida supo o creyó, o hizo creer o al menos permitió que se creyera, que había nacido el 28 octubre. Alguien deberá algún día darnos una explicación inteligente acerca del origen de esta confusión, que no sea decirnos que ese es el día de San Simón, porque ciertamente, el 28 de octubre es el día de San Simón, pero cuando El Libertador lo celebraba, no estaba festejando su santo, su onomástico, sino «su nacimiento».
El propio héroe, sus familiares, sus amigos, sus oficiales y sobre todo los pueblos, declararon el 28 de octubre, día de júbilo por ser el día en que nació el Padre de la Patria. Probablemente, el mismo Bolívar murió sin saber a ciencia cierta, que había nacido el 24 de julio. Durante toda su vida supo o creyó, o hizo creer o al menos permitió que se creyera, que había nacido el 28 octubre. Alguien deberá algún día darnos una explicación inteligente acerca del origen de esta confusión, que no sea decirnos que ese es el día de San Simón, porque ciertamente, el 28 de octubre es el día de San Simón, pero cuando El Libertador lo celebraba, no estaba festejando su santo, su onomástico, sino «su nacimiento».
Por mera
curiosidad hemos ido reuniendo más de doscientas evidencias probatorias de que durante más de 17 años, los
últimos 17 años de su vida, el propio héroe propició dicho festejo.
En documentos
oficiales (casi todos publicados en libros patrocinados por Venezuela y los demás países bolivarianos), en
artículos y noticias de prensa, en poemas, en información oral, en cartas y en
muchas otras fuentes, hemos encontrado datos que confirman este hecho.
Citaremos
algunos: La primera celebración pública de que se tenga noticia fue en 1813, a dos
meses de culminada la Campaña Admirable aquí en La Victoria. Fiestas religiosas
y populares animan el día en ausencia del “cumpleañero” quien se encontraba en
San Mateo desde el día anterior, tal se evidencia de las correspondencias que
fecha y firma ese día. Lo más interesante es que los actos los ordena el Jefe
Militar de Caracas Mariscal de Campo
José Félix Ribas, futuro Vencedor de los Tiranos en La Victoria, quien era tío
del Libertador y su amigo de toda la vida. Ribas tenía siete años cuando nació
Bolívar y estaba casado con Josefa Isidra la hermana menor de doña Concepción. En
1817, se organiza en Angostura un Solemne Tedeum, parada militar y fiestas
populares.
Existen dos comunicaciones mediante las cuales Bolívar ordena la colocación de sillas en la Catedral e invita a la oficialidad a que lo acompañen a las ocho de la mañana en su casa para salir juntos a los actos. En 1819 Francisco de Paula Santander preside grandes celebraciones en Bogotá. El 27 de octubre de 1820 El Cabildo de Bogotá acordó que: “Por los grandes y continuados beneficios que nos ha dispensado el Excelentísimo Señor Presidente, celebrar “el día felicísimo de su natalicio” el 28, dirigiendo al Altísimo, con la mayor humildad, las debidas preces”.
En octubre de 1825, llegó Bolívar a la Villa Real de Potosí, a clavar las banderas de La Libertad en el Cerro de Plata. Ocurrieron en esta ciudad algunos de los más interesantes episodios de su vida privada. Años después recordará: “Potosí tiene para mí tres recuerdos, allí me quité el bigote, allí usé por primera vez un vestido de baile y allí tuve un hijo”. Pues bien, prendado de los encantos de Joaquina Costas, madre de uno de los hijos que se le atribuyen, se publica un Decreto en el cual dice: “Prolongo mi estadía en Potosí hasta el próximo 28, para celebrar aquí mi cumpleaños”. El rumboso festín sirvió de marco para la lectura de un extenso poema que comenzaba diciendo:
Existen dos comunicaciones mediante las cuales Bolívar ordena la colocación de sillas en la Catedral e invita a la oficialidad a que lo acompañen a las ocho de la mañana en su casa para salir juntos a los actos. En 1819 Francisco de Paula Santander preside grandes celebraciones en Bogotá. El 27 de octubre de 1820 El Cabildo de Bogotá acordó que: “Por los grandes y continuados beneficios que nos ha dispensado el Excelentísimo Señor Presidente, celebrar “el día felicísimo de su natalicio” el 28, dirigiendo al Altísimo, con la mayor humildad, las debidas preces”.
En octubre de 1825, llegó Bolívar a la Villa Real de Potosí, a clavar las banderas de La Libertad en el Cerro de Plata. Ocurrieron en esta ciudad algunos de los más interesantes episodios de su vida privada. Años después recordará: “Potosí tiene para mí tres recuerdos, allí me quité el bigote, allí usé por primera vez un vestido de baile y allí tuve un hijo”. Pues bien, prendado de los encantos de Joaquina Costas, madre de uno de los hijos que se le atribuyen, se publica un Decreto en el cual dice: “Prolongo mi estadía en Potosí hasta el próximo 28, para celebrar aquí mi cumpleaños”. El rumboso festín sirvió de marco para la lectura de un extenso poema que comenzaba diciendo:
“Hoy Bolívar nació; jamás los siglos, en su
larga carrera presentaron un
día tan feliz: nació Bolívar...”
El 22 de octubre
de 1826, el Dr. Cristóbal Mendoza, Primer Presidente de Venezuela, dicta una
Proclama en la que invita a la ciudadanía a celebrar “el cumpleaños de Su
Excelencia el Presidente, con una función de Iglesia en La Catedral, con Misa y
Tedeum, que ponga iluminación en las noches de la víspera y en el día adorne
los frentes de las casas. Caraqueños: Celebrad el día venturoso en que vio la
luz nuestro Libertador”. Ese mismo día en Lima, el General Santa Cruz organiza
una Gran Fiesta Cívica con “…buen y abundante champagne”. Brindaron por el “natalicio”,
el Presidente del Consejo de Gobierno, los Ministros, el Presidente de la Corte
Suprema, el Cónsul de los Estados Unidos, el de los Países Bajos, el de Su
Majestad Británica y los Embajadores.
El General Juan
José Flores, Presidente del Ecuador, saluda al Ejército en un día de Gloria
para Colombia, tal es el 28 de octubre de 1827, “natalicio del Libertador”. Ese
mismo día en Bogotá, el propio Bolívar sienta a su mesa a los representantes de
la Iglesia colombiana, encabezados por el Arzobispo, quien dirigió el primer
brindis del “cumpleaños”.
Al año
siguiente, el 27 de octubre de 1828, en la noche, se iluminó brillantemente
toda la ciudad de Caracas, la Plaza Mayor y “...el templo de la Gloria, en el
que la música cívica ejecutó varias piezas hasta el amanecer, cuando un repique
general de campanas y 21 cañonazos anunciaron la aurora del “día natal” del
Gran Bolívar».
El mismo día de
1829, al igual que en las otras ciudades de su gran patria, en Girón Provincia
de Pamplona, hay fiesta y pronuncia el Discurso de Orden el Presbítero, doctor y
Coronel José Félix Blanco, Prócer de la Independencia, amigo de la infancia y su
pariente por ser hijo de Belén Jerez de Aristeguieta, nativa de San Matheo. Habla de los horrores de la noche septembrina
y exalta lo que llama “el natal del grande hombre”. El mismo día, según recoge
la prensa, “El Jefe Civil y Militar de Caracas José Antonio Páez, decreta
ruidosos festejos populares”.
El Padre Borges
conocedor del tema, cuando pronunció el discurso inaugural de la Casa Natal del
Libertador en Caracas, dijo: “Yo me atrevo a creer que lo que el sentimiento
popular festeja sin saberlo y por instinto, el 28 de octubre, es la encarnación
del Genio de la Libertad, en el seno de una mujer venezolana”. (Entre el 28 de
octubre y el 24 de julio, hay nueve meses). Los astrólogos conocedores del
asunto afirman que los rasgos de carácter del Libertador corresponden más a un
nacido bajo el signo de Escorpio que a uno del signo de Leo.
Muerto el
Libertador en 1830, a la edad de 47 años (ó 48), se siguió celebrando el
cumpleaños en la fecha en que él lo celebró.
En 1842 el fidelísimo
General Rafael Urdaneta quien bien lo conocía, crea la Sociedad Boliviana de
Venezuela (luego llamada Sociedad Bolivariana) entre cuyos objetivos está “celebrar
el 28 de octubre de cada año el feliz natalicio de aquel ilustre caudillo de la
libertad Suramericana”. El 5 de marzo de 1846 se presenta al Congreso un
Proyecto de declaratoria del 28 de octubre como Fiesta Nacional por ser “el
natalicio” del Padre de la Patria. En la ley de 14 de marzo de 1849 se declara
la fecha Fiesta Nacional y así se mantiene durante todo el siglo XIX y
comienzos del Siglo XX hasta la Ley de Fiestas Nacionales de 1909 en la cual se
mantiene la tradición. Pudimos revisar en el Archivo del Congreso de la
República todos los documentos y al comienzo de cada año se declaran tres
fechas de júbilo que son el 19 de abril, el 5 de julio y el 28 de octubre.
Nos encontramos igualmente con la desagradable sorpresa de que un funcionario estúpido, seguramente basado en el simple argumento de que “le dio la gana”, tachó con bolígrafo todos los documentos donde decía “cumpleaños” o “natalicio” y puso arriba la palabra “santo” u “onomástico”, tratando de enmendarle la plana al general Urdaneta y a todos los demás. Es el General Juan Vicente Gómez quien por la Ley del 19 de mayo de 1918 decide instituir oficialmente como Festividad del Natalicio del Libertador el 24 de julio, fecha en la cual también había nacido el Benemérito.
Pero una cosa decía la ley y otra el pueblo, una la disposición legal y otra la sabiduría popular. El recordado periodista victoriano don Simón López y la dama victoriana doña Elba de Martín me contaron que cuando estaban pequeños sus padres los sacaban a pasear el día de sus cumpleaños por las calles de La Victoria, para que vieran que el pueblo estaba embanderado porque ellos cumplían años. En realidad las calles sí estaban embanderadas.
Ambos nacieron el 28 de octubre. El General Gómez gustaba referir muy orondo, que había nacido el mismo día que el Libertador, que fue bautizado el mismo día (30 de junio) que se llamaba igual que su padre (Juan Vicente) y que su santo era el día de su mejor batalla (el día de San Juan, 24 de junio, día de la Batalla de Carabobo). Sólo le faltaba decir que moriría el mismo día. Esta extraña casualidad dio pie a que el pueblo venezolano malicioso y zamarro inventara una copla que cantó en voz baja durante el gomecismo. La Copla decía así:
Nos encontramos igualmente con la desagradable sorpresa de que un funcionario estúpido, seguramente basado en el simple argumento de que “le dio la gana”, tachó con bolígrafo todos los documentos donde decía “cumpleaños” o “natalicio” y puso arriba la palabra “santo” u “onomástico”, tratando de enmendarle la plana al general Urdaneta y a todos los demás. Es el General Juan Vicente Gómez quien por la Ley del 19 de mayo de 1918 decide instituir oficialmente como Festividad del Natalicio del Libertador el 24 de julio, fecha en la cual también había nacido el Benemérito.
Pero una cosa decía la ley y otra el pueblo, una la disposición legal y otra la sabiduría popular. El recordado periodista victoriano don Simón López y la dama victoriana doña Elba de Martín me contaron que cuando estaban pequeños sus padres los sacaban a pasear el día de sus cumpleaños por las calles de La Victoria, para que vieran que el pueblo estaba embanderado porque ellos cumplían años. En realidad las calles sí estaban embanderadas.
Ambos nacieron el 28 de octubre. El General Gómez gustaba referir muy orondo, que había nacido el mismo día que el Libertador, que fue bautizado el mismo día (30 de junio) que se llamaba igual que su padre (Juan Vicente) y que su santo era el día de su mejor batalla (el día de San Juan, 24 de junio, día de la Batalla de Carabobo). Sólo le faltaba decir que moriría el mismo día. Esta extraña casualidad dio pie a que el pueblo venezolano malicioso y zamarro inventara una copla que cantó en voz baja durante el gomecismo. La Copla decía así:
POR
EXTRAÑA CIRCUNSTANCIA NACIERON EL MISMO
DÍA EL QUE LIBERTO A LA PATRIA Y EL QUE LA TIENE FUÑÍA.
DE TODAS MANERAS, POR SI ACASO:
¡FELIZ CUMPLEAÑOS, GENERAL!
¡FELIZ CUMPLEAÑOS, GENERAL!
Interesante crónica. Gracias por compartir. Vale la pena pedir a la Sociedad Bolivariana de Venezuela complete la información y si hay que corregir la fecha hacer la petición en la Asamblea Nacional.
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