NÍCOLA
DI TEODORO
Germán Fleitas Núñez cronista de La Victoria
Nos asociamos al duelo que aflige a la ciudad por la muerte de
Nicola Di Teodoro quien fue un gran victoriano
y a su memoria reproducimos la crónica
publicada en el diario El Clarín
el 12 de enero de 2014
Nicola Di Teodoro quien fue un gran victoriano
y a su memoria reproducimos la crónica
publicada en el diario El Clarín
el 12 de enero de 2014
Desde hace muchos años,
no pasa un día sin que alguien me felicite, me abrace y me bese, por haber
publicado “mi magnífico libro ESTAMPAS VICTORIANAS”, que según me dicen mis
inmerecidos admiradores, es el mejor libro que se ha escrito sobre la ciudad y
sus gentes. Me piden ejemplares y me
hacen elogiosos comentarios, hasta que al final, después de algunas prudentes
frases preparatorias, tengo que explicar que ese libro no lo escribí yo sino el
más versátil de los escritores aragüeños, un victoriano nacido más allá de los
mares, en la italiana ciudad de Abruzzo,
quien llegó a nuestro país y a nuestra ciudad, se empeñó en ser un victoriano útil y lo
logró, afincó las raíces y dio frutos
que van desde el campo meramente intelectual
hasta el familiar. Se llama
Nícola Di Teodoro cuya labor intelectual ha sido ininterrumpida. Ha
incursionado en todos los géneros literarios que van desde la investigación
histórica hasta la novelística, siendo el único novelista victoriano después de
Rafael Briceño Ortega del siglo XIX y principios del XX y uno de los muy pocos novelistas aragüeños. Como
no traía papeles de escuelas, recibió clases particulares nada menos que con
doña Margot Álvarez Mudarra-Muguerza, tataranieta del bravo general Pedro José
Muguerza, el mayor de “Los Macabeos” quien debe haberle trasmitido lecciones de
la victorianidad y de la heroicidad que corría por sus venas. Tiene en esta
ciudad nuestra y suya, más tiempo del que tienen todos los victorianos menores
de 57 años y es venezolano antes que todos los venezolanos menores del medio
siglo. Victoriano útil por todo lo que ha hecho por la ciudad. Primero,
conocerla a fondo en todo su pasado y especialmente en todo el presente que le
ha tocado vivirla y luego, darla a conocer a los demás. No es fácil conocer a
una ciudad en el rostro de sus gentes, en sus calles, en sus hazañas, en sus dolores,
en sus creencias, en sus leyendas urbanas y rurales, en cada una de sus
esquinas. Tiene el corazón doble repartido entre dos patrias que ama
intensamente del mismo tamaño, a corazón completo; pero creo que mucho más le
debemos los victorianos que los pescareños.
Nícola ya traía la
pasión por las letras y desde su llegada fue un curioso observador de la vida
en nuestra ciudad; sus gentes, sus calles, sus esquinas, sus personajes
populares, sus sitios históricos. Venía tras las huellas de un paisano suyo descubridor;
de un cartógrafo que con su geografía nos dio a conocer ante el viejo mundo, de un médico turinés redactor del Acta de la Independencia
y de infinidad de paisanos que vinieron en todas las épocas a construir el
país.
Como parte de su pasantía
de buen victoriano, fue Presidente de la “Junta 12 de Febrero” y de los más
entusiastas creadores del “Centro de Historia de La Victoria”. Pero no ha
estado solo. A su lado, la gran mujer. Como todo gran hombre, ha tenido su gran
mujer, pero no detrás como dice el refrán, sino al lado, junto a él. Casó con un sol de
mujer que ha iluminado cada uno de sus días; mejor dicho “una” sol; doña Sol
Ontiveros, su inseparable compañera y esposa por más de medio siglo con quién
formó una honorable familia de hijos útiles también. Mary, Dinorah, Nicolás y
Gabriel, nacidos en la que llama “Cuna verde con olor a caña tierra pródiga de
mis hijos”. Ejecutivo de empresa, pertenece a ese otro mundo empresarial sin
dejar de pertenecer a la ciudad histórica de la cual es activo defensor. Hasta
una plaza le ha construido con aportes absolutamente privados, para simbolizar
la hermandad ítalo venezolana. La hermosa Plaza Italia de la redoma del peaje.
Ha escrito
muchos libros cuyos simples títulos nos hablan de una inquietud literaria
diversa y a ratos muy autobiográfica. Destacan entre ellos: “Una Extraña
Aventura”, “Gente y Tertulias de Provincia”,
“Quimeras”, “Ángelo El Emigrante”,
“El Misterio del Convento”, “La Boda del
Vikingo”, “Tras las huellas de Colón”, “El Enigma de la Sayona”, “Hombre de Trabajo”, “Italianos de La Victoria”, “Plaza Italia”, “Historia de Éxitos”, “Abruzzo palpita en Venezuela”, “Fábulas,
Sueños y Realidades”, “Amores Bastardos”,
“Sulle Orme di Colombo”. Ha recibido
reconocimientos municipales, regionales, nacionales e internacionales: la “Orden
Ciudad de La Victoria”, la “Orden Ciudad de Maracay”, la “Orden Samán de Aragua”,
la “Orden Mérito al Trabajo”, las italianas “Onore al Mérito Letterario” -
Regione Abruzzo, la “Medaglia DOro Merito Letterario” - Camera C. Pescara, la “Onorificenza
Çavaliere della Repubblica” Governo Italiano – Giorgio Napolitano. Ha recibido
el Premio Municipal de Periodismo y el Premio Nacional de Literatura
Orígenes. Pero el mejor premio a su
incansable pasión de escritor, es que la gente lo lea. Estudiantes, adultos,
viejos y jóvenes se nos acercan diariamente pidiéndome que les consiga aunque
sea prestado “mi libro” para fotocopiarlo y elaborar trabajos de investigación.
Hace muchos años escribió su libro “Estampas Victorianas” que es el único libro
escrito por victoriano o sobre La Victoria, que haya visto aparecer más de 5
ediciones. Es un libro completo porque abarca todos los aspectos de la vida de
la ciudad. Claro está que Nícola ha escrito novelas, biografías, artículos de
prensa, historia, leyendas, tradiciones, en buen castellano y en italiano.
Algunas de sus obras han sido publicadas en sus dos patrias. Pero sin duda
alguna, su obra fundamental es “Estampas Victorianas”; cinco ediciones, cada
una mejor y más documentada que la anterior. En
“Estampas Victorianas” están la geografía, la historia y las gentes, con
la ventaja a futuro de que cada una de sus cinco ediciones es más completa que
la anterior ya que el autor cada día aumenta informaciones, actualiza,
incorpora y aumenta. Escrito en su totalidad por él, fue ilustrado por nuestro
gran cronista gráfico Eduardo Carrillo “Carrillito”. Así como sería imposible
conocer a la ciudad de la primera mitad del siglo pasado sin acudir a las
fotografías tomadas por Luís Fernando Wittmer, es imposible conocer la vida
social de la segunda mitad, sin recurrir a las fotografías tomadas por
“Carrillito” e igualmente, es imposible conocer la historia de la ciudad
contemporánea sin ahondar en los libros de Nícola; especialmente, en “El Libro
de Nícola”. El disparador de la cámara lo apretaba Eduardo, pero el objetivo lo
fijaba Nícola. Va siendo hora de que la ciudad entera le rinda un merecido
homenaje a quien con sobrados méritos ha inscrito su nombre en lo que de más positivo
tiene la historia victoriana. La quinta edición nos presenta un libro
primorosamente impreso por el gran editor Inocencio “Chencho” Adames, en cuyas
350 páginas está la ciudad. Por entre sus páginas habitan los artistas: Yasmina
Freites de Castelaín, Noel Hernández,
Orlando Jaimes, Dinorah Fernández Barrios, “Cayito Aponte, “El Charrito”
Tarsicio Poleo, Balbino González, “Los Cazadores”, el “Grupo Vera”, el torero
Edgardo Díaz; el panadero Bernardo Mendoza,
el Chino Aliendres; habla de los “Símbolos de la Ciudad”, la Gaita de
Estampas Victorianas, geografía e
historia, edificaciones de interés histórico, folklore y gastronomía, de las
batallas, cuentos y leyendas, el encantamiento de la plaza, la llorona y el
carretón, el descabezado, la mujer de los ojos de fuego, una monja vestida de negro, las plazas,
iglesias y templos, el patrimonio arquitectónico, los cronistas, Benítez,
Santiago Florencio Machado, los escritores: Sergio Medina, Rafael Briceño
Ortega, Luís Pastori, Julio Jáuregui, Carlos Andrade, Simón Enrique López,
Reina de Arrivillaga, Carlos Julio Tavera-Marcano. Están los personajes
populares más queridos por los victorianos: Yuca, Pancha, el ciego Gerardo, Santanita, Corea, Cantinflas, Perico, Muñeco e´conuco, Alejandrina “La Pavita”, Pata e ´cabuya, Cástulo “Carlitos”, Manamás,
Sebastián Galíndez, Media
Cuadra, Simplicia, Monasterios,
Valentín, la Negra de las Polanco, Perolete. Están el tren, el estadium de La
Quebrada, el viejo hospital, los petroglifos,
la papelonera de Silvita, el viejo Acueducto, La Calera, la casa de El Tigre, el Indio
Acostado, la planta eléctrica, el Puente Guzmán, El Recreo, Piedra Pintada, , la Casa
Amarilla, La Logia, el Burro Negro, el limpiabotas, el cuotero, el fotógrafo de
cajón, las misas de aguinaldo, el bombero,
el Puente Cunene, Las Tres Gracias, el
Casco Histórico y el Museo Vial.
Con el ojo de quien
mira por dentro, conoció a los hombres del pueblo. A quienes estuvieron antes
de su llegada y a quienes lo esperaron. Siguió los rastros de los hombres idos,
en un viejo papel, en un poema, en el portón de una casa, en el nombre de una
esquina o en la memoria colectiva transmitida de generación en generación.
Juntó sus retratos con los de “Carrillito”, Imagen y palabra metidas en un
libro para memoria de las generaciones futuras.
Antes yo lo llamaba
para notificarle: “Nicolás, hoy recibimos diez felicitaciones, seis abrazos,
tres besos y me pidieron dos libros”. Él me los mandaba y era yo quien los
repartía. Con “Estampas Victorianas” aprendimos a lo que el poeta Eddie López
llamaba “saludar con sombrero ajeno”.
Hola vecinos del Municipio de la Eterna Juventud. Me siento muy complacida en poder encontrar este tesoro de texto que lleva por nombre Estampas Victorianas. Es una forma de viaje para aquella época de oro que muchos desconocen, por las diferentes causas o motivos, pero seria muy interesante su divulgación que por algún medio comunicacional, donde se pudiera entregar a todos los institutos educacionales públicos y privados desde el maternal hasta la universitaria, ejemplares tipo cartilla o digital. Sería la forma didácticas de dar a conocer el sitio donde se nació, o se convirtió en un segundo hogar como lo expresa su autor principal el Sr. Nicola Dí Teodoro...
ResponderEliminarPor favor donde esta ubicado exactamente el puente cunene que se menciona en el escrito, el cual esta lleno de un contenido muy interesante, pero de tantos años en La Victoria nunca escuche de ese puente, gracias y d la molestia.isculpen
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