27 mar 2014



QUEBRADA SECA DE URBINA
     
  La Victoria, 1 de julio del 2007.


Señor
Ingeniero Francisco MAGALLANES
Hacienda Santa Teresa
El Consejo.

En la visita que hicimos a Quebrada Seca, me fue solicitado un trabajo sobre la historia de dicha hacienda, el cual redacté y entregué posteriormente a tres caballeros (uno argentino y dos uruguayos) que me hicieron una muy agradable visita. 
El Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras publicó un bello folleto que bajo el título de “Quebrada Seca: más allá de su historia”, contiene parte del trabajo que me fue solicitado y que el diario “El Aragüeño” publicó íntegro. En el citado folleto, de 32 párrafos escritos por mí, fueron publicados 22,  pero en un orden alterado; fueron suprimidos 11 y se agregaron 3 (páginas 26 y 27 del folleto) que yo no escribí. Como quiera que en el momento de entregar el material  puse como condición que fuera publicado completo, sin mutilaciones ni añadidos -y así se me prometió-, solicito se publique nuevamente sin mutilaciones ni añadidos. Te transcribo al pie de la presente, el trabajo completo; y en letras rojas,  los textos que fueron suprimidos y que considero indispensables para entender el proceso histórico de Quebrada Seca,  tal como lo escribí.
Germán Fleitas Núñez

QUEBRADA SECA DE URBINA

La feroz resistencia que los primitivos habitantes del Tuy Arriba le opusieron a los conquistadores españoles, en defensa de la tierra que les pertenecía desde hacía siglos, duró más que toda la guerra de independencia. Fueron más de 17 años de intensa lucha, al final de los cuales se impuso la tecnología, la pólvora y el caballo; el indígena fue derrotado, despojado, esclavizado, y los invasores lograron llegar al Valle de los Caracas y fundar la ciudad de Santiago de León.

Desde entonces, el viejo camino, luego utilizado por los conquistadores, de donde le viene el nombre de “Camino de los Españoles”, une el Valle de Caracas con los Valles de Aragua. 

Es paso obligado,  y de lado y lado del Río Tuy, se va alineando población hispana que da origen a una hilera de haciendas que se van formando  desde finales del siglo XVI hasta bien entrado el siglo XVII.

Diferentes cultivos entre los que destacan el añil, el café, el cacao y sobre todo, la caña de azúcar,  se establecen en esas fincas, siendo las más importantes, las hoy conocidas como “Buen Paso”, “Los Jabillos” o “Nuestra Señora de la Luz”, conocida desde 1771 como “El Conde”; “Nuestra Señora de las Angustias” o “Quebrada Seca”; “La Urbina”, “Hondón” y “Barrios”, ubicados de este a oeste, antes de llegar al pueblo de El Consejo.

El pueblo de Quebrada Seca es muy antiguo; tiene cuatro siglos de existencia en el mismo lugar,  y la gente que la habita es la misma que la habitó desde entonces, porque sus antepasados formaron una comunidad arraigada a la tierra y produjeron el mestizaje que dio origen al pueblo venezolano. La mezcla del indígena, el negro y el hombre blanco, dio como resultado una raza nueva sobre la faz de la tierra, según decía El Libertador, quien señalaba que éramos el punto equidistante entre España, África y América.

El 28 de junio de 1629 (hace ahora 377 años), S. M. el  Rey Felipe IV de España, a través de su Gobernador y Capitán General, Don Juan de Meneses y Padilla Marqués de Marianela, concede merced de estas tierras, al Capitán Don Juan Queipo Ybar,  quien ya tiene “sembradíos, labranzas,  casas de vivienda y acequias, desde “trece meses y más que las poseo”; lo que indica que  tuvieron a su primer dueño desde mayo de 1628.

El 2 de julio del mismo 1629,  se expide el título en la forma acostumbrada y dice el Capitán General y Gobernador que: “Ordeno i mando guarden y cumplan en todo y por todo, y en su cumplimiento den,  metan y amparen en la posesión de las dichas tierras al dicho Capitán don Juan Queipo.” Y añade: “désele posesión de conformidad con el título”. Y para dar cumplimiento a esta orden, se comisiona a don Antonio de Bolívar y Rojas, vecino de esta ciudad. (Este es el primer Bolívar nacido en Venezuela, era Alcalde de Caracas y tatarabuelo del Libertador quien nacería siglo y medio después).

De manos del Capitán Queipo, su primer dueño, por sucesivas ventas, herencias, permutas y otros medios de transmisión, fue pasando de mano, dividiéndose y reunificándose, hasta formar tres propiedades hoy conocidas como haciendas “La Urbina”, “Quebrada Seca” y “Hondón.

A mediados del siglo XVII, la finca es propiedad del capitán Juan Sánchez Morgado, con casa en El Consejo; de él  la hereda su hijo José Morgado Cardona, y éste le vende al capitán don Manuel Urbina, quien es el propietario para 1678. Desde entonces toma el nombre de su dueño. En 1700, su hijo Juan de Urbina,  solicita y obtiene tierras contiguas a las de su padre, utilizadas como potreros, y allí funda la hacienda “Quebrada Seca” o “Nuestra Señora de Las Angustias”, llamada también, “Quebrada Seca de Urbina”.

Al morir don Manuel de Urbina, la hacienda pasa a su hijo Andrés Manuel, de quien la hereda su hija Catalina Antonia, quien se casa con Blas de Landaeta, de antigua familia valenciana. Hasta este momento la finca es una sola,  pero don Blas las separa, deja a su hijo José Francisco la hacienda “Quebrada Seca” y a su hija Catalina, la “Urbina”. Marcharán por separado hasta reunificarse a finales del siglo XIX. Catalina Antonia casa con don Juan Peinado, quien al enviudar, hereda la finca en 1767 y se casa con María Josefa Matos Monserratte. Muere al tiempo don Juan,  y su viuda casa con el español José Ciriaco de Manterola López. Es este el momento (1800) cuando el barón de Humboldt se hospeda en “Urbina” y hace una magnífica descripción de la hacienda, de Quebrada Seca, y de toda la región.

El Barón Alejandro de Humboldt quien había recibido el siglo XIX en Caracas,   durmió dos noches en “La Urbina”, donde llegó el  9 de Febrero de 1800. “Dos días muy agradable pasamos en la hacienda de Don José de  Manterola. La finca donde habitamos es una hermosa plantación de caña de azúcar cuyo terreno es parejo como el fondo de un lago desecado. El río serpea entre tierras plantadas de bananeros y un bosquecillo de Jabillos,  Bucares Peoníos e Higuerones. “No se de baños más agradables que los del Tuy: el agua clara como un cristal conserva aún durante el día la temperatura de 18 grados.”

En su relato sobre la estadía en “La Urbina”  desarrolla Humboldt toda una lección sobre el cultivo de la caña de azúcar en la provincia, sus diferentes tipos y especialmente su origen. Habla de las tres es­pecies, la antigua caña criolla, la caña de otajeti, y la caña de Batavia.

Dice que los vecinos le hablaron de una “mina de oro” abandonada de donde se sacaban granos grandes. “El oro extraído del seno de la tierra, es  más aliciente a los ojos del pueblo, que el producido por la in­dustria agrícola favorecida por la fecundidad del suelo y la benig­nidad del clima.”

Al Noroeste de la hacienda se  abre una arroyada profunda llamada Quebrada Seca, porque el torrente que la ha formado, pierde sus aguas por las grietas del peñón, antes de llegar al cabo del zanjón.  Se cultivaba antes el añil pero ahora se ha sustituido por el café. Trabajaban en la construcción de un acueducto, pero sobre cálculos equivocados.”

En apenas dos días, visita “La Quebrada del Oro”, hace observaciones metereológicas, y ve por primera vez en América, La Luz Zodiacal. Describe el paisaje y la vegetación  y en su camino hacia La Victoria relata como en “Barrios”, una negra más que centenaria estaba sen­tada delante de una chocilla construida de tierra y junco (un rancho). Se sabía su edad porque era esclava criolla. Parecía gozar aún de buena salud. ''La tengo al sol, decía su nieto: el calor le da vida''. Por último asienta: “Para ir a La Vic­toria se pasa por el lindo pueblo del Mamón, o del Consejo, célebre en la provincia por una imagen milagrosa de la Virgen”.

Se pueden seguir los cambios de la propiedad de la tierra, en la numerosa documentación existente; no así la vida de la comunidad. Se hace necesario investigarla en los archivos eclesiásticos y civiles y sobre todo, en la memoria colectiva de los habitantes, mediante el trabajo de equipos multidisciplinarios que establezca el rico mestizaje étnico, el sincretismo religioso, lo cultural, lo folklórico, la música del lugar, todo ello con absoluto respeto para preservar los valores de una comunidad que se ha mantenido arraigada por cuatrocientos años.

La patrona de Quebrada Seca es La Virgen del Carmen y su culto es rendido por todo el pueblo y por una Sociedad Promesaria, instalada en el siglo tras antepasado y reinstalada  en 1860. Tras largos años de sequía, el pueblo se reunió y fundó la sociedad un 26 de agosto. Desde entonces no ha dejado de llover. La Virgen, al igual que los demás pequeños agricultores, tiene su propio conuco, que los conuqueros cuidan con celo, y su producto, es dedicado a las fiestas y arreglos en honor de la Santa Patrona quien sale el 26 de agosto de cada año.  Otro patrón es San Pedro quien permaneció en la Casa Grande de La Urbina, y que hoy recibe la veneración del pueblo en la Iglesia.

En el medio del pueblo estaba El Capitolio, depósito de cebadilla, maíz, caña de azúcar, papelón, aguardiente y enseres. Su lugar lo ocupa hoy el centro cívico.

A finales del siglo XIX la hacienda pasa a manos de doña Carmen Mier y Terán (del Hato La Rubiera en los llanos guariqueños) casada con Nicanor González Linares, quien al enviudar de doña Carmen, casa con doña Guadalupe Novel.

Al comenzar el siglo XX (1901), doña Guadalupe, ya viuda, le vende a Gustavo Vollmer Ribas, hijo de Francisca “Panchita” Ribas Palacios,  sobrina del general José Félix Ribas y de doña Concepción Palacios, madre del Libertador. Éste  le vende la mitad a su hijo Enrique en 1924, y al año siguiente ambos le venden a su primo Gustavo Sanabria. En 1941 la compra Luís Larrain Mawdsley quien al poco tiempo, vende la mitad a don Alberto Fernando Vollmer Boulton.

Al fallecer Don Alberto Vollmer, sus herederos aportan la finca a la empresa C. A. Agrícola La Urbina.  En 1978 don Luís Larrain vende su mitad a Inversiones Molimar y esta empresa, el 1 de febrero de 1979, vende a Inversiones Niarral el fundo “Hondón”, separado de “Urbina”, y a los pocos meses, el 18 de mayo de 1979, lo vende a C. A. Agrícola La Urbina.

La hacienda pasó de mano en mano hasta que ya finalizando el siglo XX, su copropietario don Luís Larrain Mawdsley, vende “El Café” al señor Pedro Baggi, “La Urbina” a don Rafael Branger y permuta su parte de “Hondón” a don Alberto Vollmer Boulton, por los derechos que este tiene sobre “Buen Paso”, quedando como único dueño de la finca que había sido propiedad del cura Dr. Domingo Rogerio de Briceño, firmante del Acta de la Independencia.

Desde siempre, “Quebrada Seca” fue el vecindario que habitaban los hombres y mujeres que trabajaban en “La Urbina”, algunos en condición de peones libres, otros como esclavos,  jornaleros, medianeros o agricultores independientes que cultivaban sus propios conucos.

En los censos (llamados matrículas) que hacían periódicamente los curas párrocos, aparece la lista de los vecinos, anotados por sus respectivos nombres, con señalamiento de la casa donde viven y si se han confesado y comulgado. Por ejemplo: en 1774, cuando aun faltan 3 años para fundarse El Consejo, el cura de La Victoria Juan Antonio Fernández, censa esta zona. Aparece Don Juan Peinado,  quien estaba casado con la dueña heredera Catalina Antonia Landaeta, como propietario de la hacienda,  cuya patrona era Nuestra Señora de La Merced.  En la casa principal viven su Mayordomo Juan Tomás del Valle y Juan Alejandro Plácido. Hay 77 esclavos y 9 peones libres, todos mencionados por sus nombres y edades.

Tres años después, el 24 de enero de 1777,  se funda el pueblo de Nuestra Señora del Buen Consejo del Mamón,  y para 1786, la población ha disminuido. En el trapiche de Quebrada Seca quedan 14 esclavos, 8 varones y 6 hembras, 8 menores, 2 negros colorados, 2 negros criollos, 4 mulatos y 2 zambos. Para el año siguiente, en toda la jurisdicción del nuevo pueblo consejeño, existen 17 haciendas con 708 esclavos, de los cuales 274, viven en el Tuy Arriba.

La zona tiene gran importancia histórica, como sitio de encuentro armado de los conquistadores españoles y  la resistencia indígena; tanto,  que en su jurisdicción se sitúa el llamado “Valle del Miedo”, bautizado así,  por haber sido escenario del ataque de 4000 hombres armados de flechas encendidas, a las tropas invasoras.

Camino real transitado por patriotas y realistas durante la guerra magna,
fue refugio del ejército libertador, y vía de escape del propio héroe,  quien en varias oportunidades burló a sus perseguidores, utilizando caminos desconocidos para ellos, que lo llevaban a La Victoria.

Muchos habitantes de la región atendieron al llamado de la Patria y se incorporaron al Ejército Libertador y algunos de ellos, como el negro esclavo José Tomás León, después de haber  acompañado al Mariscal Sucre en la Batalla de Ayacucho, tuvo que regresar a librar una nueva batalla, esta vez legal, por su propia libertad, porque mientras defendía la libertad de todo un continente, su dueño, lo había vendido.

En Quebrada Seca, como en todo el Tuy Arriba, se produjo la mezcla creativa que dio origen al pueblo venezolano. Negros africanos, indígenas de la región y hombres blancos, mezclaron sus sangres y sus culturas.  Juntamente con la mezcla de etnias se produce la mezcla cultural que entre muchas otras manifestaciones se revela en el folklore, en el toque del tambor y en la música de arpa aragüeña. En “Quebrada Seca de Urbina” nace en el siglo XIX, Pedro Matos, arpisto y cantador, quien llega a ser máxima expresión del joropo aragüeño, cuyo nombre lleva hoy en día el Camino Real que une a El Consejo con El Conde,  y que debería llevar también el principal centro cívico de su Quebrada Seca natal.

Durante cuatro siglos, el pueblo ha sido testigo del paso entre Caracas y Aragua, hasta 1866, cuando se inaugura la carretera Los Teques Las Tejerías; por allí pasaron los ejércitos patriotas y realistas, las revoluciones, los viajeros y las puntas de ganado.

Pueblo alegre, ha celebrado las fiestas propias del pueblo venezolano, tiene galleras, canchas de bolas criollas, sitios de recreación, y hace suyas las celebraciones y conmemoraciones de las fechas patrias, las solemnidades de Semana Santa y demás fechas religiosas, la Navidad, y todos los fines de semana,  disfruta del hermosos río Tuy que tanto impresionara a Humboldt y que se anuncia será saneado próximamente.

El Tuy Arriba, cuna de José Rafael Revenga, Secretario General del Libertador y Epónimo del Municipio,  ya ha acumulado méritos suficientes para ser reconocida, por su aporte en trabajo y heroísmo a la construcción de la Patria, cuenta con numerosa población alguna de la cual arraigada hace 4 siglos, y en justicia, debe ser elevada a la condición de Parroquia Eclesiástica y a Parroquia Civil, con el nombre de “Parroquia Pedro Matos”.


1 comentario:

  1. Estimado Sr Germán Fleitas Núñez

    Ante reciba un cordial y fraterno saludo, en la oportunidad de decirle que en busca de la historia de mis antepasados, me he encontrado con este interesante escrito que ha realizado sobre la hacienda "Quebrada Seca La Urbina".

    Por acá le escribe Rotnexander José Pérez Urbina, y soy descendiente de Andrés Manuel Ortiz de Urbina y Landaeta, al cual usted hace referencia cómo cóo de los primeros dueños, por lo que quería consultale di podría enviarme el artículo completo.

    Mi correo electrónico es ingrotnexander@gmail.com o también podría hacérmelo llegar vía WhatsApp por el número 04248581033.

    Si por casualidad tiene imágenes, le agradezco sobremanera su apoyo para hacérmelas llegar.

    Me despido de usted reiterándole mis impresiones por sus más elevadas consideraciones.

    Rotnexander

    ResponderEliminar